domingo, 12 de diciembre de 2010

SE ACERCAN LOS EXÁMENES.


Los exámenes están cerca y eso se nota bastante en la vida diaria de un estudiante. Si antes lo que te hacía madrugar era el hecho de tener que ir al instituto porque papá o mamá te dicen que hay que ir a clase a primera hora de la mañana, lo que te hace ahora desperezar por las mañanas es la angustia que te produce saber que tienes tal o cuál examen que realizar, y hay que repasar, porque la materia es mucha y francamente, no lo has llevado al día como hubiera sido de desear. 

Y realmente es algo que a mí, personalmente, me hace mucha gracia como profesor, porque la llegada a clase, al menos en el caso de aquellos alumnos que se toman sus estudios en serio, es siempre que vienen con la misma cara, con el ceño fruncido. Si llegan de los primeros a clase es porque han tenido que despertarse bastante pronto a repasar (cosa que no le gusta a casi nadie). Si llegan en el pelotón de los que se les han pegado un poquito las sábanas, su cara es de perplejidad porque no saben muy bien cómo va a acabar el día ("¡Dios mío, no me sé nada!"). Por último, y no menos importante, si llegas muy tarde, no sería la primera vez que el profesor se coge una del quince porque no hay cosa que a un profesor le siente peor que un alumno llegue con un retraso considerable a clase, y no menos a un examen.

En cambio, por las tardes, la cara es la misma, y casi en la mayoría de todos vosotros, y eso lo demuestra la más típica de las preguntas. “¿Qué tal?” Os preguntáis unos a otro por teléfono, o en el consabido chat de turno, o por el messenger mientras hacéis un parón entre tanto apunte y tanto ejercicio. ¿Y cuál suere ser la respuesta? "cansado", "harto", "esto no hay quién lo apruebe", y tantas otras. Y esas respuestas junto con “Aquí estudiando” es la que más se repite. Pero bueno, la verdad, es que entre tanto cansancio, y tanta cara de mala uva, siempre os acabáis riéndo con los amigos, que en estos duros momentos es cuando más falta hacen.

Y cómo no, siempre hay que saber sobrellevarlo, unos con música, otros metiéndose en Tuenti en los ordenadores, y otros como yo, escribiendo para vosotros en este Blog.  Porque no os olvidéis que los profesores hemos sido monaguillos antes que curas.  Y es por ello que me permito daros una serie de consejos para hacer frente a tan dura prueba:
  • Ven preparado y procura llegar temprano a los exámenes:  Tráete todos los materiales que vas a necesitar tales como lápices, bolígrafos, calculadora y reloj.  
  • Esto te ayudará a tener todo a mano y concentrarte en la tarea: Permanece relajado y confiado.  Recuérdate a tí mismo que estád bien preparado y va a salir todo bien.
    No le des cuartelillo a la ansiedad; si te sientes angustiado antes o durante un examen, realiza varias respiraciones lentas y profundas para relajarte.  No hables con otros compañeros antes de un examen, ya que la ansiedad es contagiosa.
  • Siéntate cómodo pero alerta:  Escoge un sitio bien iluminado para realizar el examen.  Asegúrate de que tienes suficiente espacio para trabajar, y mantén  una postura erguida en su a
  • Planea contestar las preguntas fáciles primero, y las preguntas más difíciles en último lugar.  Contesta las preguntas del examen en un orden estratégico.
  • Haz una lectura detallada de todo el examen:  Marca los términos clave y decide cómo administrar tu tiempo.  A medida que vayas leyendo las preguntas, escribe breves apuntes indicando ideas que podráa utilizar más ta
  • Reserva un tanto por ciento adecuado de tu tiempo de examen para la revisión:  Repasa su examen, y resístete el impulso de entregarlo tan pronto hayas completado todos los items.  Asegúrate de haber contestado todas las preguntas.  Corrige tu escrito en cuanto a ortografía, Verifica tus respuestas en matemáticas, inglés y francés para errores por descuido (por ejemplo, errores en los decimales, errores consistentes en escribir ‘hasen´t’ por ‘hasn´t’) en tus respuestas.  
  • Decide qué estrategia de estudio es la que  mejor te funciona y adóptala:  Identifica aquéllas que no te funcionaron bien y reemplázalas.
  • Y sobre todo, recuerda lo siguiente:  No dejes todo para el final, pues un estudio continuado a lo largo de todo el trimestre facilita el que adquieras no sólo conocimientos sólidos que no vas a olvidar con facilidad, sino que a la hora de la verdad vas a sentirle seguro de tí mismo.



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